Después del primer juego de las finales de la NBA, se pudo observar cómo el equipo de Golden State Warriors privilegió el juego colectivo, frente a unos Cleveland Cavaliers que dependieron demasiado en los últimos minutos y en el tiempo suplementario de su máxima estrella, Lebron James. Justamente Lebron se convirtió en el primer jugador de la historia de la NBA en lograr en un partido de las finales 51 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias. Sobresale la estadística del capitán de los Cavs a pesar de haber perdido el partido, y eso no está bien. Poco importó que James iguale a Michael Jordan con 109 partidos de playoffs consiguiendo 30 puntos o más.

En cambio, en la victoria por 124-114 en el primer juego, los Warriors contaron con los 29 puntos, 9 asistencias y 6 rebotes de Stephen Curry, mientras que Draymond Green logró 13 puntos, 11 recobres, 9 pases-gol, 5 robos y 3 bloqueos, además de hacer estallar a la afición con una especie de baile cuando J.R. Smith estaba en la línea de libres y el partido estaba liquidado. Por su parte, Kevin Durant logró 24 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias y 3 bloqueos. Klay Thompson pasó en la lista a Kobe Bryant y se convirtió en el 6° jugador en la historia con mayor cantidad de triples anotados en playoffs, con 292.

En lo que ya se convirtió en un clásico, dado que Golden State y Cleveland se están enfrentando por cuarta vez consecutiva en las finales -un hecho inédito en la NBA-, este año se va a definir quién se queda con el trono, si Steph o Lebron. El talentoso base de los Warriors es el ideólogo del equipo de Steve Kerr, e impuso el juego rápido desde el perímetro, el “juego pequeño” como fue denominado, con grandes virtudes de manejo del balón en poco espacio, sin una gran envergadura física. Todo lo contrario sucede con James, que se caracteriza por el liderazgo basado en su potencia física, y su capacidad para jugar en todos los puestos del equipo, y hacerlo bien en todos, tomando todos los tiros decisivos y jugando la totalidad de los minutos de cada partido, sin siquiera salir por un minuto, seguramente en complicidad con el entrenador, Tyronne Lue. Lo cierto es que, si quieren tener éxito, los Cavs van a necesitar de la ayuda de Kevin Love, Smith, George Hill y Tristan Thompson para destronar al rival, que aparece como el favorito en las apuestas.

“Fue una de las derrotas más duras de mi carrera, por cómo se dio el partido y por cómo jugamos”, dijo Lebron. La apasionante historia de las finales de la NBA sigue y dará mucho que hablar, así que a disfrutar.

sebastian.adaniya@doblesytriples.com.ar

Fuente: nba.com, espn.com