Con un Facundo Campazzo cada vez más imprescindible y líder, la Selección Argentina le ganó al único seleccionado invicto en las eliminatorias, Canadá. Mostró mucho empuje y entusiasmo, con el agregado del aliento por momentos ensordecedor en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata, pero lo cierto es que no le sobró nada.

El conjunto canadiense, que vino sin sus máximas estrellas y sin su entrenador en jefe, Nick Nurse – el equipo fue dirigido por el DT Nate Bjorkgren, quien es también el asistente en Toronto Raptors del DT del Año en la NBA en 2020-, le cerró la pintura en la primera mitad al equipo conducido por Pablo Prigioni. Así, el seleccionado nacional sufrió al no poder ingresar a la zona pintada para buscar puntos fáciles y también con algunas tapas de los internos canadienses. “Estuvimos ansiosos y un poco nerviosos en el comienzo”, admitió Campazzo, que así resumió lo que se vivió en la primera mitad, que aún así finalizó 40-31 a favor del local.

En el tercer cuarto se vio lo mejor del equipo, con contraataques, definiciones de lujo, alley-opps y volcadas, con una conducción brillante del capitán Campazzo, que finalizó con 13 puntos, 11 asistencias, 4 rebotes y 2 robos en 32 minutos. “Cuando defendimos bien, pudimos correr la cancha, buscar el pase extra y tener un ataque más fluido”, reconoció el base cordobés, mientras que Prigioni opinó que “controlamos bien el tiro de 3 puntos de Canadá excepto algunos descuidos, pero sufrimos en el rebote. Cuando ellos jugaron con alineaciones bajas y con presión en toda la cancha, nos complicaron”.

Pero en el comienzo del último cuarto, momento en el que Facu descansó algunos minutos en el banco, se vio la peor versión del equipo, en el que se notó algo de nerviosismo y la falta del capitán, en el que el conjunto albiceleste permitió que el rival se acerque en el tanteador después de haber sacado una ventaja de 20 puntos. La Argentina acertó algunos tiros claves, como los de Nicolás Brussino (13 tantos) y Carlos Delfino (12 unidades), y contó con todo el oficio de Marcos Delía en la pintura (10 puntos y 7 rebotes), bien acompañado por Juan Pablo Vaulet y por momentos por Juan Fernández, que aprovechó bien sus minutos en cancha. Sin Nicolás Laprovíttola, Luca Vildoza y Gabriel Deck -acaso 3 de los 4 jugadores argentinos con mejor presente si incluimos a Campazzo-, dio la sensación de que el seleccionado nacional no puede darse el lujo de jugar sin sus figuras, aún contra un rival que compitió sin sus principales figuras, que actúan en la NBA.

“Hay que ganar contra República Dominicana; vestir esta camiseta es una responsabilidad muy grande”, señaló Delfino luego del partido, y dejó en claro que el objetivo todavía no se cumplió. La Argentina estuvo presente en 17 de los 18 campeonatos mundiales de básquetbol -sólo quedó afuera en 1982-, ganó uno de ellos (1950), logró dos subcampeonatos (2002 y 2019) y un cuarto puesto (2006) . La responsabilidad de la que habla Delfino está reflejada en la rica historia mundialista del seleccionado argentino. El Mundial de Filipinas, Indonesia y Japón 2023 está a una victoria para la Selección Argentina.

Fuentes: @cabboficial; argentina.basketball; fiba.com

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