Fue quizás una de las mayores hazañas del deporte argentino en su rica historia. Con un equipo humilde, trabajador y sacrificado, el seleccionado argentino ganó invicto el primer Mundial de básquetbol en 1950, derrotando en la final nada menos que al favorito Estados Unidos, en un colmado estadio Luna Park. Con el paso del tiempo, se le fue otorgando cada vez más valor a este título mundial -el único logrado hasta el momento-, y es recordado como una de las grandes gestas épicas del básquetbol argentino, al igual que la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, y los subcampeonatos mundiales en Indianápolis 2002 y China 2019.

La Selección Argentina, conducida por el director técnico Jorge Canavesi, venció en la final al seleccionado estadounidense por 64-50, y Oscar Furlong fue elegido como el jugador más valioso del equipo cuyo capitán era Ricardo Primitivo González. Apodado “El Negro”, el capitán elegido por sus propios compañeros fue seleccionado dentro del quinteto ideal del Mundial, e integra el Salón de la Fama de la FIBA junto a Canavesi y Furlong.  En el ámbito local, González, de 1.79 metro, jugó como escolta en Sportivo Buenos Aires, Añasco, Gimnasia y Esgrima de Vélez Sarsfield y en el Club Palermo.

“Pillín” Furlong, que jugaba de ala pivote, brilló en el encuentro decisivo con 20 puntos, y tuvo que luchar debajo de los tableros ante jugadores más altos y corpulentos. Pudo haber sido el primer argentino en llegar a la NBA, pero rechazó la oferta de Los Angeles Lakers.

El DT Canavesi estuvo al frente del equipo en los Juegos Olímpicos de Londres 1948, y también en el Sudamericano de 1949, en el que la Argentina quedó en la 4º posición, muy por debajo de lo que se esperaba. Como DT de Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque, conocía bien a los jugadores, en una época en la que el entrenador no podía estar en el banco, y los tiempos muertos eran pedidos por los jugadores para descansar. El conjunto nacional concentró en el Monumental, por lo que compartió muchos momentos con el River de Ángel Labruna y Amadeo Carrizo, conocido como “La Máquina”. Con un promedio de edad de 23 años, todos los jugadores del plantel tenían otro trabajo y tuvieron que pedir permiso para entrenar dos meses antes del torneo.

Todos los partidos del Mundial se habían jugado con la pelota Superval, que era de cuero con tiento, aprobada por la FIBA. Sin embargo, en la final, por pedido de Estados Unidos, se jugó un tiempo con la Superval y otro tiempo con un balón de material sintético, fabricado en ese país. En esa época ya existía la NBA, aunque el equipo estadounidense asistió a la cita mundialista con el equipo conocido como “Los Chevvies”, que jugaban para la empresa Denver Chevrolet, que competía en la liga NIBL (National Industrial Basketball League).

Luego del histórico triunfo, se vivió una verdadera fiesta por la Avenida Corrientes. La gente, que salía de los restaurantes y de los teatros, se sumó a los festejos y empezó a prender fuego los diarios que tenían a mano, lo cual es recordado hoy como “la noche de las antorchas”. El equipo campeón primero pasó por la concentración -en el estadio Monumental- y luego fue a festejar al restaurante El Tropezón, en donde habitualmente cenaban. Allí recibieron el saludo del General Juan Domingo Perón. “Nos felicitó y nos dijo que habíamos hecho por el país más que 100 embajadores”, recuerda “El Negro” González, escolta de 1.79metro, en una nota con Prensa CABB.

Así se forjó una relación estrecha con el entonces presidente Perón que, luego del golpe de estado de 1955, tuvo sus consecuencias. El gobierno de Pedro Aramburu suspendió de por vida a 36 basquetbolistas de esa camada, con la excusa de haber recibido beneficios y dinero en un deporte que era amateur.

Este hecho opacó el logro histórico y atrasó el desarrollo del básquetbol en la Argentina, que por ese entonces contaba con jugadores que no sólo podrían haber brillado a nivel mundial, sino que podrían haber mantenido al seleccionado en la elite mundial. Años más tarde, la Generación Dorada pudo lograrlo y la nueva generación sigue el camino glorioso que empezó en 1950.

Fuentes: @cabboficial; argentina.basketball; fiba.basketball

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Plantel de la Selección Argentina en el Mundial 1950:

El plantel titular era de 12 jugadores, aunque la delegación para el campeonato del mundo estaba conformada por 16 basquetbolistas en total (había 4 suplentes).

Bases: Raúl Pérez Varela (GEVP) y Roberto Viau (el más joven, de apenas 18 años).

Escoltas: Ricardo Gutiérrez y Pedro Bustos (riojano, una gloria de Atenas de Córdoba).

Aleros: Hugo Del Vecchio, Rubén Menini y Juan Carlos Uder (jugaba de pivote en Ñandú, de 1.84 metro).

Ala pivotes: Oscar Furlong (11.2 puntos de promedio y MVP de la final), Leopoldo Contarbio y Omar Monza.

Pivotes: Alberto López (River), Vito Liva.

Suplentes: Los 4 reservas eran Alberto Lozano (Newell’s), Jorge Nuré, Ignacio Poletti (conocido como “el bombardero” de Racing Club) y Osvaldo Venturi.

DT: Jorge Canavesi. AT: Casimiro González Trilla. PF: Jorge Boreau

Partidos de la Selección Argentina en el Mundial 1950:

Ronda Preliminar
Argentina 56-Francia 40
Ronda Final
Argentina 40-Brasil 35
Argentina 62-Chile 41
Argentina 66-Francia 41
Argentina 68-Egipto 33
Argentina 64-Estados Unidos 50

La Final: Argentina 64-Estados Unidos 50
Fecha: 3 de noviembre de 1950. Estadio: Luna Park.
Argentina (64): Viau 2, González 7, Uder 1, Furlong 20 y Contarbio 8 (fi) Bustos 1, Del Vecchio 14, Pérez Varela 4, Menini 7, Monza 0 y López 0. Entrenador: Jorge Canavesi.
Estados Unidos (50): Slocum 8, Langdom 6, Stanich 11, Reese 3, Kahler 5, Metzger 3, Parks 2, Jaquet 2, Fisher 0, Haffley 6 y Williams 4. Entrenador: Gordon Carpenter.

Posiciones Finales del Mundial:
1-Argentina (5-0)
2-Estados Unidos (4-1)
3-Chile (2-3)
4-Brasil (2-3)
5-Egipto (2-3)
6-Francia (0-5)
7-Perú (3-0)
8-Ecuador (2-1)
9-España (1-2)
10-Yugoslavia (0-3)